Sacerdote Jesuita, nacido en Manila – Filipinas. Desde muy temprana edad arraigó su amor por la Madre de Dios. Llega al Ecuador en 1980, donde trabajó en el sector educativo; pero el 20 de abril de 1988 en la procesión de Nuestra Madre Madre Dolorosa siente su llamado a trabajar por los más pobres del Ecuador. Desde entonces llevó siempre en su corazón y vivió la frase de San Pablo: “Gastarse y desgastarse por los demás, aunque por amarlos más seamos amados menos